Portugal, un gran desconocido

Esta Semana Santa he tenido la oportunidad de pasar unos días en Portugal, concretamente en la zona de Vila Real, en un pequeño pueblo llamado Ribalonga, y he podido comprender como la mayoría de los españoles no conocemos realmente Portugal. Todos tenemos una vaga idea de la cultura de los portugueses,  y hemos creído que lo conocemos todo, pero yo, personalmente, me he quedado muy sorprendida de los verdaderos rincones y conocimientos que esconde Portugal en sus lugares más recónditos. 

Os dejo alguna foto de este pequeño pueblo del que os he hablado.

 Centrándome un poco en la educación, puedo decir que la educación en Portugal es algo diferente a la nuestra en varios aspectos. Le dan mucha importancia al comportamiento y al saber estar, y aunque parezca mentira ( ya que los portugueses, por ejemplo, gritan por la calle igual que nosotros...) son unas personas muy educadas y respetuosas, y al mismo tiempo, muy amables y humildes, yo misma he podido comprobar como aunque ni ellos mismos tengan para comer siempre van a intentar que tú estés bien y darte todo lo que puedan. Le dan mucha importancia también a la educación medioambiental, enseñan a los niños desde temprana edad cómo cuidar todo lo que les rodeas, es por ello que en Portugal se conservan muchísimas más zonas verdes que en España, simplemente lo puedes comprobar cuando vas por la carretera hacia Portugal, y notas un gran cambio del paisaje de España al de allí, a mi parecer. 

Muy importante es también la educación que los padres imparten a los hijos. En diferencia con España, en la educación de los niños no solo se encarga el colegio, sino que existe la idea de que los padres son igualmente encargados de la educación de sus hijos, e incluso mucho más relevantes que el colegio, si ellos no participan en la educación de sus hijos poco va a poder hacer la escuela. 

Un punto a destacar, en contra de España, es la importancia que se le da al inglés, podemos ver como la mayoría de los niños en Portugal controlan el inglés, y saben el gran poder que tienen el inglés globalmente. Uno de los principales motivos, y que me llamó mucho la atención, es que en Portugal ven la mayoría de las películas en versión original, tanto en los cines como en sus casas, las películas no son dobladas en su idioma, sino que son subtituladas en portugués manteniendo el inglés como idioma hablado , por lo que esto hace más fácil la adquisición del inglés por parte de los portugueses, ya que constantemente estarán escuchando este idioma.

Y, aunque los resultados en el nivel de estudio son semejantes a los de España, yo me atrevería a decir que la educación en Portugal está mucho mejor planteada que en España. Pero, sin embargo, la mayoría de las personas adquieren solo la primaria, llegando a unos niveles muy bajos en secundaria, ya que existe un gran índice de población rural, que dejan los estudios a edades tempranas para dedicarse a la profesión familiar y poder ayudar económicamente. Del mismo modo, la edad media del matrimonio también es mucho más temprana que en España, situándose entre los 17 y 20 años, lo que hace que el nivel medio de estudio de las mujeres sea bastante más bajo que el de los hombres, dedicándose, la mayoría de ellas, al cuidado de la casa y de sus hijos (un punto negativo que podría darle a la educación y cultura de Portugal).

Me gustaría hacer una breve referencia, aunque no viene al caso, a la rica gastronomía portuguesa, que a mí, personalmente me encantó. Algo típico de allí en Semana Santa es lo que se conoce como Pasteles de Belém, muy conocidos internacionalmente (y puedo decir que con razón, están riquísimos...). 

También tuve la oportunidad de probar los "bolos de carne", algo parecido al hornazo de Salamanca, pero allí más centrado en las zonas rurales y pobres de Portugal, donde, en lo lugares donde no había apenas nada para comer, se hacían esta especie de empanadas, en las cuales con mucho pan, introducían todo tipo de carne que pudieran obtener por casa. 

Por último, me gustaría decir, como comentario propio y personal, que a pesar de que en Portugal están en una crisis económica impresionante, mayor que la de España (y ya es decir mucho), los portugueses no pierden la esperanza de que algún día todo mejorará; y por ello nunca pierden la sonrisa en sus caras, y aprovechan cualquier momento para disfrutar de la vida, rodeados de naturaleza y aire fresco (algo de lo que no podemos estar orgullosos los españoles, ya que apenas contamos con ello...)