Hoy, me gustaría hablar de algo un poco alejado de la temática de este blog, por así decirlo, pero, realmente me llama muchísimo la atención. En la asignatura de Expresión Musical en la Educación Primaria hemos tenido que hacer un trabajo de investigación bibliográfica sobre una experiencia musical educativa interdisciplinar, por lo que os voy a contar la experiencia que encontré investigando por diferentes bases de datos científicas de Internet.
Se trata de la música en ambientes de prisiones, en concreto, un coro realizado por dos estudiantes de Educación Musical (Kristian C. y Miranda M.) en una pequeña cárcel de New Jersey, una prisión de unos 1300 reclusos, acusados, principalmente, por tráfico de drogas, tráfico de armas, y otros crímenes...casi todos los reclusos tienen entre 18 y 30 años, y llevan más de 5 años en la cárcel. Todo el proceso comienza con la visita del alcaide de esa prisión a la Universidad de Educación Musical de allí, interesándose por encontrar a alguien que quisiese llevar a cabo un coro en la prisión, los dos estudiantes no dudan en ponerse a la tarea. Se plantea el proyecto con la idea de utilizar la música como una herramienta para favorecer un cambio en sus vidas, haciendo hincapié en la idea de Justicia social, y en la idea de aprender unos de otros, los profesores no enseñan a los alumnos, sino que TODOS aprenden de TODOS. La manera en cómo se va a llevar adelante el coro va a ser muy díficil, debido, en un principio, a la falta de recursos, no disponen de los instrumentos necesarios, solo tienen un piano, que sabe tocar uno de los presos participantes en el coro, pero que no siempre va a estar disponible, depende de si dicho recluso se ha portado bien o mal. Todos los ensayos comenzarán con una pequeña discusión de un tema planteado por los estudiantes, preparando a los presos para la música y las canciones que vendrán después, y así, ya van introduciendo a los reclusos en la dinámica que se seguirá ese día. Todos los temas elegidos siempre estarán relacionados con la justicia social. Después del deabate, siempre van a hacer una canción o un juego de bienvenida. A través de los ensayos del coro, no solo van a aprender habilidades de canto, sino también teoría musical (leen pentagramas, marcan tonos...). Pero lo que más les gusta es el hecho de Rapear. Una de las primeras canciones que se propuso fue la canción de Eminen "Not Afraid" (Sin miedo), y cómo Kristian y Miranda vieron que gustó tanto eso del rap, decidieron que los presos personalizaran sus canciones. Se le daba importancia sobretodo a los mensajes que transmitían, los reclusos podían expresarse, mostrar sus sentimientos y emociones en cada momento, pero sin alejarse de la música, y siempre utilizando un vocabulario adecuado. Cuando finalizó el proyecto, todos obtuvieron unas ideas muy positivas hacia la música y la ayuda que ésta puede dar hacia el camino de la felicidad. Una de las opiniones que dijo un recluso respecto a esos ensayos del coro y que a mí más me llamó la atención: "es el único momento en el que me puedo expresar y la gente puede entenderme a mí y a mí música", otro de los reclusos dijo: "me ayuda a calmarme y ser menos violento", y así otras muchísimas más opiniones positivas. Kristian y Miranda, los dos estudiantes que plantearon el proyecto, también sacaron muchísimas conclusiones, en concreo, hay una que me gustaría destacar: "la música por su naturaleza tiene el poder de liberar, transformar y favorecer el cambio"; así mismo, Miranda llegó a decir “tomamos por supuesto cómo se siente alguien cuando hace algo bonito por nosotros o cuando un ser humano nos llega, llamándonos humanos. Estos tipos (los presos) raramente eran considerados humanos. Para cualquiera, solo son esos tipos a los que enseño los miércoles por la tarde. Yo los veo como mis compañeros, mis estudiantes y mis profesores. Mi semana no estaría completa sin nuestras 75 horas juntos. Ellos realmente han sacado lo mejor de mí, y por ello, estoy agradecida”. Los presos también son seres humanos con sentimientos y emociones, y deseos y sueños, que, muchas veces, en esta sociedad, nos olvidamos de ello, de que los reclusos son personas. Por lo tanto, se puede hablar de la música como terapia y ayuda a la reinserción y la rehabilitación.
Me gustaría mostraros una experiencia bastante cercana a nosotros. Se trata del Centro Penitenciario de Topas (Salamanca), donde desde hace ya bastante tiempo se están realizando algo conocido como Sesiones de Musicoterapia, donde a través de contacto personal con el resto de presos, y el movimiento de los músculos, pueden transmitir que sienten, y utilizar las seiones también como un elemento de relajación, y olvidarse por unos momentos de dónde están y por qué están ahí.
El contar ésto hoy de la música como una gran herramienta de ayuda para las personas viene por algo, y es que hoy me he enterado de la nueva ley que el gobierno quiere ponernos: la LOMCE, donde la educación musical así como la expresión artística posiblemente serían eliminadas de la educación básica, lo que me parece un verdadero destrozo para la educación, porque, como ya hemos podido ver con esta experiencia de la música en las cárceles, la música es necesaria en nuestras vidas, a través de la música podemos expresar lo que realmente sentimos, y lo mismo ocurre con el arte y la expresión artística, donde los niños verdaderamente pueden formar su creatividad e imaginación, y pueden entender los mensajes que les llegan a través de las imágenes...Sinceramente, no sé si está bien decirlo o no, pero no creo que esta nueva Ley Orgáncia para la Mejora de la Calidad Educativa sea de gran ayuda para mejorar la educación.
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